En el medio existen muchas definiciones sobre lo que es la solidaridad, sin embargo la más importante es aquella definición que la hacemos parte de nuestras vidas.
La verdadera solidaridad es aquella que está llamada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de las personas y los pueblos.
Esta fundada principalmente en la igualdad universal que une a todos los hombres.
Esta igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido, es decir es ver a mi compañero, a mi amigo, a mi vecino, al señor que vende helados, a la secretaria de aquel lugar que pudimos visitar la semana pasada como iguales, entregándoles una sonrisa y compartiendo momentos largos o cortos pero en fin, compartiendo.
Ahora revisemos algunos acontecimientos dados en estos últimos días:
Luego de la catástrofe ocurrida los últimos días del mes de abril hemos visto desplegarse a muchos movimientos de ayuda que tenían como objetivo dar la mano, sin embargo muchos aprovecharon esta oportunidad para salir en redes sociales o peor aún para decirle al mundo "estoy ayudando" pero es realmente esto parte de ser solidario? Es acaso este el único motivo para ayudar?
En cada uno de ustedes está la respuesta
Movamos los corazones, brindemos una sonrisa, entreguemos lo que los otros necesita , no lo que nos sobra, no lo que no nos sirve sino lo que sé que al otro le ayudará a comer, a dormir, a vestirse y a tratar de vivir dignos agradeciendo que dios les dio otra oportunidad para vivir.
Decir que ayudamos es fácil, lo complicado es mantener la ayuda.
Vivamos nuestros días siendo solidarios, vivamos nuestros días aprendiendo de los demás, vivamos nuestros días siendo personas correctas, colaboradoras y sobre todo vivamos con la tranquilidad de haber entregado mis pensamientos, mi corazón y mi fe a que el día a día será cada vez mejor.